¡Bienvenidos alumnos! Espero que salgáis de aquí con un alto nivel, capaces de comeros el mundo y de publicar uno o más libros. ¡Quién sabe, quizás lleguéis a ser famosos!
Si tenéis alguna duda, podéis contactar conmigo meidante mi discusión o mi msn, colocado en mi usuario. Uso más el de anabel .3.
Antes de nada[]
Primero, os quiero pedir una sola cosa. Leed. Leed mucho. Es lo que hará que vuestra mente se cultive, y automáticamente memorizaréis las palabras (y por lo tanto no tendréis faltas ortográficas) además de pasar unas horas increíbles, metidos completamente en la historia.
Leed, chicos. Leed.
¡¡Atención!! Os aconsejo que os leáis el blog de Liz. Bueno, no os lo aconsejo, os lo obligo. Aquí lo tenéis => Usuario_Blog:Xx.Snow.White.Queen.xX/Una_pequeñísima_ayuda...
Y por el amor de Dios, NO TRATÉIS DE CAMBIAR LA FUENTE DE VUESTRO TEXTO SI NO TENÉIS NI PUTA IDEA DE CÓMO SE HACE. Ya he tenido un contratiempo con la fuente y más os vale que no tenga otra -w-
Algunas frases[]
~ No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
~ En Egipto, las bibliotecas eran llamadas el tesoro de los remedios del alma. En efecto, en ellas se curaba la ignorancia, la más peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás.
~ La literatura es magia, es aparecer entre la gente sin estar físicamente, es entrar en las almas sin tener que tocar la puerta.
~ "Somos no solo lo que vivimos, también lo que leemos" - Iñaki Gabilondo
~ Todo niño es un artista. El problema reside en seguirlo siendo cuando crecemos
Alumnos[]
Alumno | Nota 1 | Nota 2 | Nota 3 | 1ª evaluación | Nota 1 | Nota 2 | Nota 3 | 2ª evaluación | Nota 1 | Nota 2 | Nota 3 | 3ª evaluación | Examen final |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Alivo | 5'15 | 3'25 | 5'75 | 5 (Recuperación) | |||||||||
Marco | 2'5 | 0 | 5 | 2'5 | |||||||||
Brandon | 1'75 | 0 | X | 0'5 | |||||||||
Moka | 5 | 5'25 | 5'5 | 5'75 | |||||||||
Sapphy | 7 | 9 | 8'25 | 8 | |||||||||
Rizos | X | X | 5'5 | 5 (Recuperación) | |||||||||
King | 5 | 0 | 5'5 | 3'5 | |||||||||
Ainhoa | 7'75 | 9 | 9'5 | 8'75 | |||||||||
Carol | 6'25 | 7 | 8'5 | 7'25 | |||||||||
Lobi | 8'25 | 9'5 | 7 | 8'25 |
Tarea de esta semana[]
Bueno, cada domingo se publicará una tarea que debéis publicar aquí mismo a lo largo de la semana. El sábado por la noche (hora española) será el momento en el que yo ponga las notas u observaciones sobre vuestra tarea. El que no lo entregue tendrá una falta anotada en su expediente. Por cierto, cada uno tendrá su propio espacio asignado para colocar el texto que haya tenido que escribir.
Bien, la tarea de esta semana consiste en lo siguiente:
- Tienes que escribir un texto con romance.
- Puedes incorporar los elementos que quieras. (Puede ser de MM, humanos, etc)
- Mínimo de 500 palabras.
Atención: Las tres semanas anteriores hemos cultivado las estructuras al escribir (diálogos, descripciones, etc). Esta semana, nos pondremos con los géneros literarios. Esta vez toca Romance
Buena suerte~
Texto de Alivo[]
Texto de Marco[]
Michael era un riolu, apenas despertó vió que era un hermoso dia, presintió que iba a ser el mejor dia de su vida, no habia clases, saldria con sus amigos en la tarde, tambien podia ver a el amor de su vida, nada podria estar mejor. Ya eran como las 4 de la tarde y Michael no había despertado para salir con sus amigos.
Ahhh.. Buenos dias.. -Michael Bostezó-
Diras buenas tardes, tonto -Le lanzó una almohada-
¿¡Pero que haces aqui, Corina?! -Exclamó Michael-
Pues... hermanito querido y precioso, solo te espio mientras duermes -Sonrió de una manera adorable-
Aww.. nunca me enojaria contigo, bueno y ¿Que hora es?
Las 4 de la tarde y vas a llegar tarde para salir con tus amigos -Volvió a sonreir-
¿¡Qué, y te lo tomas con tanta naturalidad y de paso como sabes?!
Si, me lo tomo con naturalidad porque no es mi problema y... ¿como se? porque, lei tu diario, siempre leo tu diario y si sabes que nada mas nosotras las chicas tenemos diario ¿Verdad?
Aja, como sea.. ¡Me tengo que ir!. Ah otra cosa Leiste lo de...
Como no leerlo, de que era el mejor dia de tu vida porque te encontrarias con tu bella y preciosa Gabriela
¡Oye, callate y no digas nada a nadie!
-Michael sale de su casa-
-saca su telefono- ¡A decirles a todos!
-Mientras en en el parque de diversiones-
Oigan y ¿si nos montamos en la rueda de la fortuna?
Yo si me quiero montar -cara de enamorado-
-Aparece derrepente- Uhhh... alguien esta enamorado
¿¡Que haces aqui?! -Exclamo Michael-
Tratar de que no metas la pata.
Bueno no importa, Gabriela, y ¿si me monto a la rueda de la fortuna contigo?
Claro -Se le nota un poquito sonrojada-
-En la rueda de la fortuna-
... -Se acerca lentamente a Michael-
-Se para la rueda de la fortuna-
(Es mi oportunidad) -Pensó Michael-
- Sale una luz brillante-
Hola chicos, ¿Que hay? -guiño un ojo-
Ok.. ok.. no quiero molestarlos, sigan con lo suyo -Corina hizó una sonrisa muy pricara-
- Corina se vá-
Bueno, como decia, yo... yo te..
(Ahí no, ya a este no me lo aguanto)
- Gabriela se le tira encima y lo besa-
Callate y besamé, algo que quiero que sepas es que desde siempre, cuando te llegue a conocer muy bien, supe que tu eras el ideal para mi, te quiero Michael.
Y-Yo tambien te quiero y mucho Gaby.
Michael y Gabriela duraron besandose todo un rato, hasta que alfín la rueda de la fortuna volvio a girar, cuando se bajaron, Corina empezó a felicitar a su hermano, porque alfín pudo hacer algo sin su ayuda, Shane tambien estaba orgulloso de su amigo, el punto es que Michael tenia razón, ese dia.. seria el mejor dia de su vida
Texto de Brandon[]
Era una mañana tranquila en Unophelia, la princesa Pamela estaba en su sentada en su trono, pero parecía que algo le incomodaba.
¿Eh? Ah, no estoy bien, gracias de todos modos.
Alguien entró al palacio rápidamente y se arrodilló frente a la princesa Pamela.
¡Princesa! Le traigo malas noticias.
¿Qué pasó? Y no me digas princesa, soy tu hermana, y tú eres el príncipe de estas tierras.
Lo sé, pero eres todo para mí y no quiero perderte como perdimos a nuestra madre, nuestros exploradores nos informan que un grupo de atacantes del reino vecino se aproximan al nuestro.
¿Qué? ¿Pero por qué? Ambos reinos firmaron el tratado de paz ¿Por qué nos atacan?
No lo sé, pero será mejor que nos vayamos preparando, nos queda por mucho 6 días para levantarnos en armas.
De acuerdo, me iré a mi habitación, prepara a los soldados para la batalla. *Se va a su cuarto*
Pamela subió las escaleras a las que llevaban a su cuarto, un cuarto pintado de rosa, con muchos decorativos elegantes, Max estaba ahí esperándola para protegerla a toda costa, era inseparable de ella.
No, estoy bien, gracias. *Sentándose en su cama*
*Sentándose junto a ella* Noto en tu expresión que algo ocurrió ¿Qué fue?
¿Qué harías si fueras la única autoridad con el poder necesario para preparar a un ejército antes de una guerra?
No sabría decirle, usted es la que tiene poder total del reino, y yo soy su mayordomo personal, la tengo que proteger a toda costa.
¡Yo tampoco sé que hacer, estoy en medio de una guerra! ¿Cómo quieren que sepa qué hacer si solo soy una niña?
*Tomando la mano de Pamela* Mi lady, siempre estaré en su lado y no dejaré que le pase algo, primero muerto antes que la lastimen.
¿Lo dices en serio? -Preguntó sollozando.
Yo siempre la voy a proteger, pase lo que pase.
*Lo abraza* Eres el mejor del mundo, Max.
*Sonrojado* Ahh... Gracias, princesa.
Se oyó que alguien estaba tocando la puerta, la princesa nohizo caso a los primeros golpes pero Max se levantó a abrir la puerta.
Mi señora, alguien la está buscando.
*Secándose las lagrimas* Si, gracias, dile que pase.
*Entra tímidamente* Hola Pamela.
Sabes que mi gente se levantó en armas contra tu reino, yo no fui quien lo ordenó, mi hermano Brandon fue quien ordenó el ataque.
¿Qué? Pero ¿Por qué lo hizo? Él es muy gentil, bondadoso ¿Por qué ordenó el ataque?
Bueno, ha estado raro últimamente.
Flashback.
- En unas ruinas.
¿Son seguras estas ruinas? ¡No crees que es muy peligroso solo para una estatua?
Tú tranquila, yo nervioso, no nos va a pasar nada, además, tú querías esa estatua para tenerla en la vitrina de tu habitación.
Sí, pero ya se me hace muy riesgoso esen estas ruinas, mejor vamonos de este lu...
Ahá, ahí esta *señalando la estatua de un Darkrai*
*Sorprendida* No lo puedo creer, la encontramos.
Mientras Brandon se acercaba a la estatua la snivy estuvo pensando en la estatua todo el tiempo, hasta que se oyó un grito desgarrador.
*Espantada* ¿Q-qué fue eso? ¿Estás bien hermanito?
*Levantándose malévolamente, rodeado de una aura negra*
Estoy más que bien, hermanita, más que bien.
*Volteando a ver a Elena* ¡Ya te dije que si estoy bien!
*Lanzándole la estatua a Elena* ¡Aqui tienes tu estatua! ¿Contenta?
Fin del Flashback
*Entrando al cuarto* ¡Ya estan aquí!
¿Qué dices, ya estan quí? ¡Que todo el mundo se ponga en armas ¡Ahora!
Llegan al palacio en una hora.
Mi señora le tengo una mala noticia, usted tiene que encabezar el ejército.
¡¿Qué?! ¿Yo tengo qué encabezar el ejercito? ¿Pero porqué?
No se preocupe, yo la escoltaré, princesa, no se apuré.
Está bien, pero aún así no me siento del total segura.
La guerra estaba apunto de empezar, Pamela estaba hasta adelante de su batallón y Max alado e ella, los soldados estaban montados en Ponytas en elos cuales también luchaban, nada más Pamela y Max estaban montados en Rapidash.
¡Este reino me pertenece, no me importa cuantos hombres salgan heridos o incluso muertos! ¡Al ataqueee!
¡No dejaré que alguien salga herido! ¡Vamos!
Empezó la guerra y los caballeros atacaban a todo dar, en al entrada del reino se encontraba una gran grieta, nada más se podía pasar por el puente, Pamela estaba en la mera orilla y un Bisharp empujó a su Rapidash y se iba a caer en el barranco.
*Tomando la mano de Pamela* ¡Te tengo! *La sube a su Rapidash*
Me salvaste Max, te lo agradezco *le besa la mejilla*
*Sonrojado* De na- de nada, ya se como devolver a Brandon a la normalidad.
*Saca la estatua de un Darkrai* Hay que ponérsela en la cabeza para que despierte del control de Darkrai.
¡Venga! Luchemos con espadas, sin caballo ni nada. -Dijo con seguridad.
¡Vale! ¡Yo lucho contra ti, a mano limpia!
¡No, yo lucharé contra él! ¡Dame la estatua!
*Le da la estatua* Bueno, aqui tienes, pero ten cuidado.
¿Ya empezamos a luchar? Me aburro.
¡Empezamos cuando yo quiera! *Agarra la espada*
¡Adelante! *Corre con la espada en las dos manos*
Los dos estuvieron luchando durante gran rato, hasta que Pamela, por intentar esquivar, se tropezó y su espada quedó clavada en el suelo, muy lejos de ahí.
*Levantando la espada* ¡Ahora si, me quedaré con tu reino!
¡Hey, dejala en paz! *Pone la estatua en su cabeza*
Cuando pueso la estatua en la cabeza de Brandon, se iluminó la estatua y explotó mandando muy lejos a Pamela y a Max.
¡Cuidado! *Abraza adelante de Pamela para que le de a él el golpe*
*En los brazos de Max* ¿Estás bien?
*Sonrojado* Ay, parece que caímos muy juntos, señorita.
*Sonrojada* Parece que sí, je je.
Brandon reaccionó y mandó de inmediato la cancelación del ataque al palacio. 5 días después todo estaba tranquilo, Max y yo nos pusimos a ver el atardecer desde la torre del palacio.
Oye Max ¿Te puedo preguntar algo?
Sabía que no ibas a aceptar, lo siento.
Me encantaría ser tu novio, siempre me has gustado demasiado.
¿Lo dices en serio? Te quiero mucho, Max.
Fin
Gracias Lau por ller mi tarea, muy buen día.
Atte: Brandon el Grovyle 03:25 23 jun 2012 (UTC)
Texto de Moka[]
Estaba en el comedor del colegio. Habían macarrones con tomate, filete de ternera y de postre yogur. De camino a mi silla para comer, me choqué con un chico muy guapo que iba llevando la bandeja para que se la laven. Me caí y me preguntó:
- ¿Estás bien? ¿Te has hecho daño?
Yo respondí:
- Estoy bien, y no me he manchado, pero me has manchado toda la camiseta de tomate.
El chico cogió una toallita que llevaba en su mochila y me limpió la mancha. Menos mal que no era blanca, pero no se quitó del todo. Se lo agradecí de todos modos y se fue. Yo me senté en la mesa. Lorena me esperaba en la mesa y se impacientó:
- Te estaba esperando.
Me lamenté:
- Perdón, un chico se ha chocado conmigo cuando llevaba la bandeja y me he distraído.
Cuando terminamos de comer, bajé las escaleras del edificio y corrí hasta mi clase para la lección de la tarde.
Cuando terminaron las clases, fui a mi casa. Empecé a pensar lo que me ha pasado hoy, ¡ha sido emocionante!
Al día siguiente, en el colegio, el chico me vino con un regalo empaquetado y me dijo:
- Toma, por lo de ayer. Hay un mensaje por si acaso lo quieres leer.
Yo, sonrojada reaccioné:
- Gracias, por cierto, ¿cómo te llamas?
El chico contestó:
- Carlos, ¿y tú?
- Ana - respondí.
Cuando llegó el recreo, me llevé el paquete junto al desayuno. Cuando terminé de desayunar, abrí el regalo. Lorena exclamó:
- ¡Una camiseta nueva! Creo que ese chico parece estar colado por tí.
A mí me dio vergüenza responder, pero dije:
- ¿Y tú que sabes? Ayer me manchó la camiseta y la mancha no se quitaba. Ah, es verdad, me ha dejado una carta. Te la voy a leer: Hola, perdón por lo de ayer. Te he dado esta camiseta para que me pidas perdón. Adiós, con cariño, Carlos.
Carlos se acercó y me susurró:
- Quedamos mañana en el parque a las cinco y media, ¿vale?
- De acuerdo. - le contesté.
Carlos se fue y Lorena me dijo:
- Esta colado por ti, nada más conoceros ya estáis quedando.
Le mantuve una conversación un poco larga, porque a esta chica le gusta mucho el amor.
Al siguiente día, a las cinco y media en el parque, Carlos estaba en el columpio esperándome. Cuando me vio, vino corriendo y me abrazó diciendo:
- Me gustas mucho, ¿quieres que seamos novios?
Yo me sobresalté, pero le repliqué:
- ¡Claro que sí! A mi también me gustas.
Tras esta pequeña conversación, me subí en el otro columpio que estaba vacío y empecé a balancearme. Cuando el me miraba, en seguida quitaba la mirada. Lorena tenía razón, Carlos está enamorado de mi.
- ¿Vamos al bar de enfrente y nos tomamos algún refresco? - Me dijo de repente.
- De acuerdo - Le respondí.
En el bar, un hombre rellenito le preguntó a Carlos:
- ¿Qué le traigo a usted y a su chica?
- Dos zumos de naranja, por favor - pidió Carlos.
Al final del día, se lo conté todo a mi madre, hasta quiso que me casara con él.
Texto de Sapphy[]
Desperté, los rayos del sol iluminaron mi cara haciendo que abriera los ojos, contra mi voluntad. No quería despertar, quería seguir durmiendo, soñando... con él. ¿Qué debo hacer para escapar de la realidad? Mi único objetivo era lograr ser alguien, y estar con esa persona especial, pero me ha resultado todo lo contrario. Salí de mi cama sin ánimos, dirigiéndome al baño. La luz que salía de la ventana chocaba contra las baldosas azules cristalinas, y lo último que deseaba ver era la luz, ya que siempre me hundía en la oscuridad; Luego de darme una fría y relajante ducha, salí del sanitario. Ya con mi uniforme puesto, bajé a la cocina.
—Hija, toma tu desayuno. —Me dijo mi madre, poniendo un plato de hotcakes en la mesa.— Y feliz día. —Sonrió. Hoy era mi cumpleaños, y como todos los años, nada especial.
—Gracias, mamá... —Dije desanimada, sentándome en una silla.
Luego de desayunar, salí de mi hogar, dirigiéndome a la escuela a pasos tristes; «¡Felicidades Nami!» dijeron todos los chicos y chicas presentes. Yo simplemente me dejé caer intencionalmente al suelo como la arrepentida que soy.
—¿Estás bien? —Dijo un chico acercándose a mí y dándome su mano para levantarme. Me resultaba conocido, pero con su capucha puesta no lograba distinguirlo.
—S-sí... —Tomé su mano sonrojada y me levanté.— Gracias.
—Por nada. —Dijo el chico.— Por cierto, ¿eres Nami, no? —Sonrió.
Pensé un poco y luego salí corriendo hacia mi silenciosa aula. Logré reconocerlo, y por eso me eché a correr. No podía estar cerca de él, me ponía nerviosa y si Paula, su novia, me encontraba con él, quién sabe qué haría.
Paula era la típica chica creída y caprichosa de la escuela, y por eso tenía una larga fila de chicos a rastros. Yo era la solitaria, cerrada y antisocial, que se la pasaba sentada en un banco acompañada por la soledad. Y Ken, el que me late, era el chico popular que le caía de lo mejor a todos. Aún siendo así, era una buena persona, generoso y dulce, diferente a los demás, por lo que por eso me enamoré de él; Mientras yo seguía entre mis pensamientos y caminando sin rumbo, la campana sonó y me dirigí rápidamente al salón.
—Llega tarde, señorita Umine. —Dijo el maestro Steven.— Siéntese.
—D-disculpe. —Me senté rápidamente mientras oía algunas burlas provenientes de algunos alumnos.
Noté que alguien también vino detrás de mí mientras corría, y acabó de entrar.
—Disculpe la tardanza maestro. —Dijo el chico, sentándose en un pupitre que de casualidad se encontraba al lado mío.
Él se volteó a verme y me sonrió, y al instante lo reconocí. Era Ken. Me sonrojé al ver su humilde sonrisa, y bajé mi cabeza algo avergonzada. Luego él giró su cabeza al pizarrón, prestándole atención al maestro, mientras yo pasé toda la clase observándolo. En algunas ocasiones él me observaba a mí, y yo simplemente bajaba la cabeza.
~~
Al acabar la escuela, fui directo al parque de la ciudad para reflexionar un poco. Grandes árboles frondosos y hermosos caminos floridos rodeaban todo el lugar, que le daba un toque maravilloso. Me senté en una banca y observé el paisaje. Ver niños jugar y oír a los pájaros cantar me calmaba y hacía que olvidara todo lo sucedido en mi vida. Igual, siempre venía a este parque después de la escuela por la misma razón.
«Al parecer no fue un día tan malo» Dije algo alegre. Ken no paraba de observarme en todo el d'ía,' no sé qué le habrá pasado que de repente se está fijando en mí. Pero... ojalá nunca acabara.
Luego de un rato, me levanté y me dirigí a uno de los árboles, dejando mi mochila en el suelo y comenzando a escalar hasta sentarme en una resistente y gruesa rama.
De repente, ví que una pelota de volleyball se dirigía a mi rostro.
~~
«¿Estás bien?» Escuché una extraña voz que me sonaba familiar. ¿Qué había sucedido? Traté de abrir los ojos y levantarme, pero volví a caer intencionalmente, estaba cansada.
—Finalmente decidí hablar.— ¿Dónde estoy? —Pregunté confusa. No quería abrir mis ojos.
—Aún sigues en el parque. Al parecer no te diste cuenta y casi te golpea una pelota en la cara. —Dijo esa voz, dándome su mano y levantándome; Esa escena me resultaba muy familiar, demasiado. Comencé a pensar y abrí mis ojos al instante. Otra vez él.
—G-gracias. Si me disculpas, debo irme. —Di un paso, pero él me agarró del brazo y me detuvo.
—Espera, aún no has respondido a mi pregunta.
«Joder» Pensé, ya parecía algo insistente.
—Suspiré vencida.— Sí, me llamo Nami, y ahora, si me disculpas...
—No te vayas todavía, quiero hablarte.
Luego de visualizar el ambiente, ví que estaba recostada en la suave hierba, y Ken estaba sentado al lado mío, mientras estaba tomado de mi mano. Me sonrojé por eso.
—¿Qué quieres? —Dije con el mismo rubor.
—Has notado que en la escuela últimamente te he estado observando mucho, ¿verdad?
—Sí, y mucho.
—Y... —Él se puso a pensar, como si no encontrara algún tema de conversación.
—¿Podrías ir al grano? Tengo que irme.
Ken comenzó a acercarse a mí, mientras cerraba sus relucientes ojos verdes. Me puse nerviosa, demasiado, no sabía cómo responder a eso. Simplemente, respiré hondo y me dejé llevar. Mis labios y los de él se unieron en un flamante beso. Un escalofrío me recorría la espalda, impidiendo que me moviera. Dentro de mí sentía como si me hicieran cosquillas. No quería acabar con todo esto, quería seguir viviendo mi "fantasía" hecha realidad, pero lamentablemente nuestros labios se separaron, aunque nuestras manos aún permanecieron unidas.
—¿Por qué hiciste eso? —Estaba confusa. ¿Cómo se atrevería sabiendo que tiene novia?— Dime que no has olvidado a Paula.
—Ella y yo cortamos esta mañana, ¿no te enteraste?
—No...
—Qué raro, normalmente lo que pasa en la escuela la recorre completamente. —Soltó una pequeña risa.— Por eso requirí a ti, es que quería preguntarte algo...
Me sonrojé de nuevo, y los nervios volvieron. De alguna forma presentía qué quería, pero... no estaba lista. Me levanté del césped y comencé a correr, escapando de la realidad como suelo hacer.
—¡Hey! ¿A dónde vas? —Me gritó desde lejos con su dulce voz.
—¡A-a mi casa!
Empecé a correr mucho más rápido, y logré perderlo de vista. Siempre deseaba escapar, pero... esta vez, era al revés. No quería huir, pero algo en mi interior me dijo que no era el momento indicado, ni que estaba lista. Pero eso sí, pronto podré expresarme libremente y sin problemas, como siempre lo desee.
Texto de Rizos[]
La luz se filtraba por las ventanas, incidiendo en el rostro de una joven de unos dieciséis años. Era esbelta y delgada, con el pelo de color bronce repartido por toda la almohada, sus facciones suaves y delicadas brillaban como mil soles y sus ojos, de un color azul celeste, permanecían cerrados.
Se despertó perezosamente y se dirigió a la ducha. Al salir bajó a la cocina, su madre ya estaba allí
—Hola, preciosa—dijo sonriendo— ¿has dormido bien?
—Hola mamá. Sí, ¿y tú? Últimamente pareces un zombi
—Lo siento, hija. Estoy muy ocupada con el trabajo
— ¡Eso dices siempre! ¡Ya no pasamos tiempo juntas!
Y dicho esto se marchó dando un portazo
~~
El instituto Josh Mortmain estaba situado en el barrio adinerado de la ciudad. Daniel estudiaba en él, era la mejor alumna de la clase…Hasta ahora. Tras la muerte de su padre había cambiado, no hacía caso, salía hasta tarde, no estudiaba…Su madre ya no sabía qué hacer. Lo desesperaba.
Daniel pensaba en todo esto mientras pasaba por delante del instituto conduciendo la moto, la misma moto que le habían regalado por su cumpleaños: una Harley-Davidson V-Rod 2009. Notaba el viento fresco en la cara, una sensación que le encantaba le hacía sentir que estaba a tres metros sobre el cielo. Se sentía superior. Aparcó la moto y se dirigió al centro educativo, tenía la sensación de que ese día su vida cambiaría para siempre.
Y tenía razón.
~~
Sabela también estudiaba en el Josh Mortmain, al igual que Daniel, ese día su vida daría un vuelco. Lo presentía
Bajó del coche y se dirigió al aula de 3º de E.S.O. B, la mejor del instituto. Y ella la mejor de la clase. Sacaba todo sobresalientes, se comportaba bien….Era la alumna perfecta. Todos le tenían envidia; tanto por ser alumna ejemplar como por estar saliendo con Francisco Lombardi, el capitán del equipo de baloncesto.
La clase estaba en el segundo piso del edificio principal, contaba con tres filas de mesas de nueve mesas por fila, una pizarra y un proyector. La profesora entró y se dirigió directamente a su escritorio.
—Hoy tenemos examen sorpresa. Dejad un boli y un lápiz encima de la mesa y el resto guardadlo de nuevo en las mochilas.
Tras esas palabras un coro de murmullos y quejas recorrió toda la clase.
Al terminar el examen todos se fueron a la clase de gimnasia. Lo que Sabela no sabía era la sorpresa que se iba a llevar
El gimnasio era un edificio aparte, contaba con unas colchonetas situadas al final de la clase, tres filas de espalderas, varias mesas de ping-pong, y un almacén donde estaban guardados los balones y otros objetos.
Todos estaban repartidos ya por equipos para el partido de “fútbol” de ese día, chicos contra chicas.
Las chicas iban ganando, entonces ocurrió lo impensable: Daniel se tiró encima de Sabela, lo que hizo que los chicos empataran el partido
— ¿¡Pero tú estás loco!?—Gritó Sabela—Nos has hecho empatar, y podrías haberme roto una costilla tirándote así
—L-Lo siento. Solo quería evitar que ese balón golpeara tu hermosa carita—dijo Daniel divertido
—Odio a los tíos como tú, que se creen superiores
—Admítelo, te gusto
Sabela soltó un bufido y se marchó corriendo. Solo quería alejarse de aquel estúpido
~~
El puente de los amantes siempre le había gustado a Daniel, le parecía un lugar tranquilo. Esa estructura de piedra del siglo XVIII le parecía una maravilla, era el lugar al que iban todos los amantes a jurarse la fidelidad eterna. Daniel no había podido jurar nunca, porque nunca había sentido algo tan fuerte por nadie…Hasta ahora. Esa chica...Era especial, no sabía que era exactamente lo que lo atraía de ella, como si de un imán se tratara.
Tras pensar un rato en ese lugar, se montó en la moto y salió a toda velocidad por la calles. Todavía pensando en ella…
~~
Sabela no podía dejar de pensar en el estúpido de la clase de gimnasia, Daniel. Había algo en él, en la forma de mirarla que la atraía hacia él. Pero no quería reconocerlo
<<Solo es un estúpido que se cree superior por tener una “súper moto”>>pensaba<< me saca de quicio. Es insufrible>>
Y con ese pensamiento se durmió
Dos meses después…
—Mamá, ¿ha llegado una carta para mí?
—Sí, está en la mesa de la cocina.
Sabela se dirigió a la cocina y abrió la carta. Ponía lo siguiente:
<<Hola preciosa, hoy hace dos meses que salimos juntos y tengo una sorpresita para ti:
Debes ir a la siguiente dirección “Calle Pierluigi nº 13. 6º A”
Allí encontrarás una sorpresita
Firmado: Daniel>>
<<Que mono, quiere que nos reunamos allí>>pensó Sabela
Sabela estaba realmente enamorada de Daniel. Aunque hace dos meses no quisiera aceptarlo
Al llegar a la dirección Sabela aparcó en coche y entró en el edificio. Una estructura antigua, de piedra, de vivos colores. Tras entrar subió las escaleras hasta el 6ºA; empujó la puerta, que estaba entreabierta, y accedió al interior. Allí estaba Daniel con una caja de bombones y un ramo de flores en las manos.
Al verlo Sabela se le echó encima y lo besó, fue un beso largo y apasionado. Uno de esos besos que te hacen querer más.
~~
Corrían a toda velocidad por las calles, sintiendo el viento fresco en la cara. Era una sensación reconfortante, pero entonces sucedió: Daniel no vio al camión que pasaba en aquel momento y se estrelló contra él. Por suerte él salió ileso pero Sabela…Sabela se sumió en una oscuridad en una oscuridad eterna y placentera. Ella no sufriría nunca más.
Pero Daniel sí.
Texto de King[]
Ella era una chica normal, rechazada por la sociedad, solo ella tenía una amiga. Esa amiga, era muy especial para ella. Jane era su nombre. A la mañana siguiente, ella amaneció llorando, era su cumpleaños y nadie se había acordado. Desayunó, y salio corriendo a su colegio.
7:30 a.m eran, cuando llego ella a su colegio, se consiguió con Lilia. Cosa que en la cual se emocionó mucho.
—¡Jane! ¡Jane!. —Exclamó ella, tanto emocionada como sonrojada. ¡Feliz cumpleaños!.
—Al fin alguien que se acuerda... —Dijo con algunas lagrimas en los ojos corriendo por sus sonrojadas mejillas.
Luego de eso, se acabo el día, y ellas quedaron para ir a tomar un helado.
A los dias siguientes, un chico, apariencia alta, caucasico, ojos achinados, empezo a hablar con Jane.
—Buenos días mi lady. ¿Como le ha ido en estas maravillosas horas?
— <<¿Este tipo es estúpido o que?>> -pensé-. Muy bien, ¿y a tí?
<<Me da miedo el hablando así, el es la persona menos civilizada que conozco>>.
— Disculpa Jane, ¿pasa algo?.
—No, nada.
El me daba miedo así, era la persona más rara que había visto en mi vida. Luego de eso, llego mi mamá.
—Hija, ya a tus 16 años, casi 17... ¿no es extraño que aún no tengas novio?.
«Sí ella supiera que estoy enamorada de Lilia...». —No mamá, no es tan extraño, tengo amigas que no tienen novio. -dijo sonrojada tapandose las mejillas con sus manos-.
A la mañana siguiente, era su graduación. Ya que ellas, se saltaron un año. En medio de el acto, hubo un apagón, se escucharon unos gritos y se vio un liquido rojo por el piso, y como se sospecharía, era sangre. La sangre provenía de un cuerpo no muy viejo, y exactamente era uno parecido al de Lilia.
Fueron al hospital, donde le dieron la triste noticia de que había fallecido. Jane se puso a llorar, mucho, su tristeza abundaba. Daba malas vibras. Nada lograba animarla. Hubo varios intentos de suicidio. Y al final, se termino suicidando de la forma más triste. Ahorcandose, mientras al mismo tiempo se ahogaba con su propia sangre. Su mamá se preguntaba, ¿Por que se habría suicidado? había muchas razones. Al final de todo, Lilia no había fallecido, cuando ella le dijo a la mama de Jane.
—Ella estaba enamorada de mí... Y yo de ella, se había muerto una persona muy parecida a mí, la profesora de matematicas.
—No la culpo... amor es amor.
Luego de eso, Lilia se fue, con la mayor tristeza del mundo, aunque, sabiendo que, aunque su mejor amiga ya no estaba, podía conseguir sus metas.
Algunos años despues, Lilia no podía soportar la muerte de su mejor amiga. Hasta que un día, en la cena familiar, tomandose una copa de vino, embriagada totalmente. Quiso vengar la muerte de su amiga, matando al asesino de la profesora.
Pancho era el nombre del asesino, vestía de plumas azules y una nariz falsa naranja, algo extraño. Una noche lluviosa, estando en la calle, Lilia saco una navaja. Sadicamente, le dio nueve puñaladas en la espalda, aun ya estando muerto, ella quería desangrarlo completamente, saco otra navaja, le apuñalo el cuello. Luego de eso, cuando ya había desangrado, agarro una sierra, le abrió el estomago, y cortando cada organo por la mitad. Luego, los metió en un frasco, y los vendio a una contrabandista uruguaya. A el día siguiente, ella no sabía que lo había asesinado, creyendo que el, se murió por causas naturales.
Los ultimos días de la vida de Lilia eran muy tristes, sabiendo que lo había asesinado, que su amiga no estaba y no tenía casi dinero para mantenerse. El ultimo día de su vida, agarró una copa de vino, con algo de cianuro, ya que ella era alergica a esa sustancia. Se lo tomo y empezo a ahogarse. Llego al momento en que sangraba por todas partes. Hasta el momento en que se desangro completamente y había muerto. Tiraron el cuerpo descompuesto por la ventana.
Moraleja: La venganza se sirve en plato frío. Nunca hay que ponerse tristes por la muerte de una persona, aunque sea muy querida. El suicidio no es la mejor opción para nada.
Texto de Ainhoa[]
Texto de Carol[]
Texto de Lobi[]
Kiria miró por la ventana, despistada. El cielo estaba despejado y en su inmenso azul revoloteaban unos alegres pidgey. La piplup los envidiaba enormemente. Ellos podían hacer lo que quisieran mientras ella tenía que soportar su aburrida clase de matemáticas. Lo único bueno es que en aquella clase también se enocntraba el chico que le gustaba,Ray, un pikachu simpático, pero que solo pensaba en fútbol, como todos los chicos del instituto.
Kiria pegó un pequeño salto cuando la profesora gritó su nombre y notó como empezaba a sudar. Todos sus compañeros tenían los ojos clavados en ella, riéndose por lo bajo de la humillación que sufriría por no estar atenta. La profesora la miró achicando los ojos, con un brillo de malicia en sus ojos rojos.
Kiria tragó saliva con dificultad. Estaba muy nerviosa, y cada vez se le hacía más insoportables las miradas divertidas de sus compañeros. Miró el cuaderno que tenía sobre la mesa, buscando algún número que le pudiera servir de respuesta. Su manos sudorosas pasaban las hojas, temblando. Tenía que coger algún número cercano al resultado real, pero, ¿qué resultado era?
Señorita Kiria,estamos esperando. No tenemos todo el día.
Eh...sÍ...voy...estará por aquí...
Señorita Gardevoir, Kiria no ha hecho los deberes.
Kiria se quedó paralizada por unos momentos. En cuanto se recuperó, fulminó con una mirada a la sonriente skitty que estaba a su lado, que sonreía orgullosa de su hazaña. Ante el aviso de la chica, la profesora se acercó a Kiria e inspeccionó su cuaderno. En un principio, la pilup siguió con la mirada su cuaderno, pero no pudo seguir. En su lugar, miró a Ray, en la otra punta de la clase. A diferencia del resto, él no se reía ni nada por el estilo. Simplemente, la miraba, compasivo. Kiria se ruborizó ligeramente al ver su gesto.
Señorita Kiria, baje a ver el señor director.
Kiria se levantó de su pupitre, con la mirada baja. Atravesó cansinamente el aula, sintiendo la mirada fría de la profesora, y el brillo maligno en los ojos de sus compañeros, sobre todo el de la skitty que la había delatado. Abrió la puerta sin mirar a nadie, apretando los dientes de pura rabia. Salió al pasillo rápidamente, agradeciendo encontrarse fuera del campo de visión de sus compañeros. Suspiró, cansada de que esa situación se repitiese cada vez más, y se dirigió, con paso lento, hacia el despacho del director.
Kiria se tumbó en la hierba húmeda, bajo la sombra de un árbol. Cerró los ojos con un nuevo suspiro, dispuesta a olvidar la millonésima bronca que el director la había echado por no hacer los deberes. Le daba completamente igual lo que le dijeran. No pensaba cambiar nunca. Mientras pensaba en su carrera escolar, la pilup sintió que alguien se acercaba. Ante esta corazonada, salió de sus pensamientos y prestó más atención a su alrededor. Efectivamente. El sonido de la hierba delataba que alguien se acercaba, con pasos apresurados.
Un balón golpeó a Kiria fuertemente en la cabeza, probablemente provocándole un futuro chichón. La piplup se incorporó, dolorida, y se apoyó contra el tronco del árbol. Se frotó suavemente la zona dolorida, con lágrimas en los ojos.
Kiria abrió los ojos, con curiosidad por ver quien era la persona que la había preguntado -sorprendentemente- sobre su estado. Una sensaión de nerviosismo y felicidad la invadió cuando descubrió que el chico era Ray.
Sí,gracias.- dijo Kirira, nerviosa.
Siento mucho que el balón te haya hecho daño.
No pasa nada, no te preocupes.
Ambos pokémon se quedaron callados, en un silencio incómodo, como si quisieran decirse algo demasiado díficil de contar.
Kiria...yo...-empezó el pikachu.
¿Sí?-Kiria notó como su corazón latía a mil por hora.
Siento mucho que el resyo se haya reído de ti en clase.
Kiria sintió como se ruborizada, e intentó buscar las palabras adecuadas para decirle que no se preocupara, que había sido así toda su vida, que ya estaba acostumbrada, pero antes de que abriese el pico, el pikachu la había besado en los labios. Kiria abrió mucho los ojos, sobresaltada por su reacción, pero lo dejo estar. El beso duró muy poco. Cuando terminó, Ray la dirigió una mirada enamorada y salió en busca del balón. La piplup se rozó los labios con una mano, asombrada por el gesto del pikachu. Por una vez en la vida, parecía que el destino la sonreía.